Camping naturista Córcega

LA VIDA SILVESTRE DE CORSEGA

Los mamíferos en Córcega

La mayoría de los pequeños mamíferos terrestres europeos se encuentran en Córcega: zorro, comadreja, conejo salvaje, liebre, erizo, musaraña, ratón de campo... El ciervo corso, desafortunadamente desaparecido en el siglo pasado, es reintroducido con éxito en Córcega. Se puede ver en el parque natural regional de Córcega, al igual que el muflón, emblema de Córcega, animal salvaje y aéreo presente en el valle del Asco, así como en los macizos de Cinto y Bavella. En cuanto al jabalí, un pueblo maquis y los bosques en gran número, no es raro verlo en las afueras de las ciudades.

Si mantiene los ojos abiertos por la noche, verá murciélagos pasando. Los murciélagos son animales pequeños, discretos, útiles e inofensivos. Divididas en 22 especies, representan por sí solas más de la mitad de los mamíferos terrestres salvajes presentes en la isla. El murciélago más pequeño de Europa, el Pipistrelle común, se encuentra aquí, pero también el más grande y raro: el Gran Nocturno.
La fauna corsa, los animales domésticos

Las mascotas que son un poco salvajes

Las mascotas que encontramos en la carretera son animales nativos. Se han aclimatado a Córcega durante mucho tiempo y han desarrollado características específicas del clima y el terreno.

Este es el caso del Cursinu, una robusta y versátil raza corsa de perro de caza o de pastor con un pelaje leonado atigrado.

La cabra corsa, acróbata y rústica, tiene un largo pelaje de múltiples colores que la protege de las espinas del maquis.

La oveja corsa produce una lana sólida, impermeable y cálida. Se cría por su leche que se utiliza para hacer bruccio y quesos corsos.

La vaca corsa con aires de uroma, tiene el vestido leonado y lleva en alto sus cuernos en lira. Vive casi en libertad, alimentándose exclusivamente de plantas del maquis.

El cerdo corso "porcu nustrale" se caracteriza por su pequeño tamaño, la diversidad de sus colores y su gran resistencia. Vive en libertad en los pastos de montaña en verano, luego en los matorrales en otoño e invierno, alimentándose de bellotas y castañas.

El burro corso ha prestado grandes servicios a los habitantes de la isla. Poco exigente y resistente, es extremadamente ágil en los senderos escarpados de la isla (puede reconocerse por la marca en forma de cruz que lleva en la espalda).

El caballo corso "Cavallu corsu" o "Paganacce" es un pequeño, hábil, robusto, laureado, pangaré o caballo negro. Uno puede cruzar rebaños en libertad en los prados de la montaña y en las boquillas.

Reptiles y anfibios en Córcega

Córcega tiene diferentes tipos de lagartos, salamandras y salamanquesas.

El lagarto de Bédriaga y la lagartija de Bédriaga, dos especies endémicas de Córcega y Cerdeña, se codean con el lagarto siciliano en toda la isla.

También está la tortuga de Hermann, una tortuga terrestre amante del maquis, casi extinguida en el resto de Francia, así como la tortuga cistude, una pequeña tortuga de agua dulce, también en peligro de extinción.

Cerca de los torrentes vive el euproct de Córcega, una pequeña salamandra endémica que ama las aguas tranquilas.

No hay víboras en Córcega, las únicas serpientes que puedes encontrar son pequeñas e inofensivas serpientes.

Aves sedentarias, rapaces y aves migratorias

La cometa roja reina en el aire, recorriendo los cielos en busca de presas. Un rapaz con una envergadura de 1,5 m, se puede encontrar en todos los cielos de Córcega. Se reconoce por su cola roja en forma de punta de flecha y su plumaje tricolor (blanco, rojo y negro). El asustado búho pasa en silencio mientras el búho real pita toda la noche.

Los buitres, halcones peregrinos, cernícalos y halcones están todos presentes en Córcega.

Las grandes aves de presa emblemáticas de Córcega (águila real, quebrantahuesos, azor y águila pescadora) se han vuelto difíciles de observar. Amenazados de extinción, se benefician de un programa de conservación coordinado por el Parque Natural Regional de Córcega.

Córcega alberga el único pájaro endémico de la Francia continental: el trepador corso, un pequeño y ágil pájaro de 12 cm de largo, de color gris azulado, blanco y negro, inseparable del pino laricio en el que vive y cuyos piñones come.

La mayoría de los pájaros europeos se encuentran en Córcega: vencejo, mirlo, zorzal, petirrojo, chorlito, golondrina, jilguero, verderón, pinzón vulgar, arrendajo, ruiseñor, lavandera, tórtola, vencejo volador, gorrión, martín pescador, cuervo...

Las costas y los humedales son lugares de parada para las aves migratorias: pato, pardela, abejaruco europeo, garza, abubilla, correlimos, garza, golondrina, cigüeña, flamenco rosa...

La costa de Córcega es el único lugar de Francia donde la gaviota de Audouin se reproduce, hay muchas colonias. En cuanto a la colonia corsa de cormoranes crestados, es una de las más importantes del Mediterráne

Insectos

Los grillos, grillos y cigarras crujen durante el verano. Las flores están cubiertas en primavera por escarabajos y mariposas multicolores: el azul nacarado y el corso hairstreak son dos especies endémicas de mariposas.

También es característica la abeja corsa (Apis mellifica mellifica ecotipo Córcega). Perfectamente adaptado a las condiciones ambientales y a las variaciones climáticas, sabe aprovechar al máximo la sucesión de las estaciones. Miel de primavera (clementinas, árboles frutales, jaras, robles, mirto...), miel de matorral de primavera (brezo, lavanda, citis, retama, espino...), miel de castaño en mayo, miel de matorral de verano (retama, zarzas, tomillo...), miel de matorral de otoño (madroño, hiedra, inula, zarzaparrilla...).

En Córcega hay una pequeña araña negra que es venenosa: la malmignatte. Mide de 4 a 15 mm, y es reconocible por sus puntos amarillos, naranjas o rojos en su espalda negra. Anida debajo de piedras y en paredes viejas; su mordedura es dolorosa y potencialmente peligrosa para las personas frágiles. Como todos los insectos, sólo muerde para defenderse, así que ten cuidado si te encuentras con él...